miércoles, 7 de enero de 2009

Confesiones I


Mis momentos de mayor hijaputez en la vida comienzan en el instante justo en el que estoy por terminar de cerrar la puerta del ascensor y veo que alguien está entrando al edificio. Me duran sólo hasta el primer piso, que es cuando me asalta la culpa, esta acompaña mi ascenso hasta el quinto. A veces sexto piso.

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